Iluminada 𖤓

El mundo se había parado o, al menos, eso parecía.

Lo habíamos conseguido. De alguna manera pudimos superar el tiempo, atravesarlo y posicionarnos frente a el.

Vivir una pandemia en la “nueva era” es todo un paraíso para los mortíferos que permanecen durmiendo en las nubes de tu ciudad, aún cansados de tanto dolor generado en vida por las pestes negras y no tan negras, que arrancaron con sufrimiento el mismo sufrimiento de tan solo vivir en esas épocas. Era gracioso escuchar como desde el limbo nos gritaban:

¡Sois muy afortunados!

Pero llorar las muertes, es un habito colectivo, por lo que después de aquellos susurros, se largaba a llover.

En el 2020 me fui a vivir a una nube. El tercer piso del piso más alto fue mi hogar.

No habían ventanas hacia el norte y tampoco las había hacia el sur. Las del este se conformaban con estar en el primer y segundo piso , mientras las que miraban el oeste se escondían en una sola habitación.

Las de mi pieza, observaban el cielo. Sí, era mi nube.

Desperté, vi cómo entraba el sol y comencé a escribir:

❝ Iluminada y caminante comienzo el andar de este día.

Siento la energía del alba y el nuevo sol acariciando mis virtudes.

Recibí el baño de la luna y las estrellas mientras las montañas dormían,

y hoy, mis deseos se componen de paz y armonía.

Me mueve la luz y el amor de cada lugar que habito.

Me compadece la hermosura de esta tierra. Y vivo para compartir la majestuosidad que logran percibir mis sentidos…con cada ser que visita mi existencia.

Expectante y agradecida, decreto para mí y el creciente palpitar de mi esencia: paz soy❞

y no lo olvidaré.

Atravesar el tiempo es convertirse en canal. Nunca supe de dónde vino lo que vino, pero siempre agradeceré a ese sol.

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